La banda estadounidense Megadeth regresó a Colombia y brindó dos tremendos conciertos para el público colombiano acompañados de los bogotanos de Perpetual Warfare.

Durante las noches del 21 y 22 de abril el Movistar Arena se convirtió en un templo del metal en Bogotá, días en los que cerca de 30 mil personas disfrutaron el regreso triunfal de Megadeth a Colombia después de una década.

Con un mismo cronograma, sobre las ocho de la noche, el explosivo show de la banda bogotana Perpetual Warfare, agrupación de thrash metal que fue escogida como acto de apertura y que retumbó en el lugar con once de sus mejores canciones durante cerca de 40 minutos. Merecidísimo espacio para esta banda que a pulso se ha posicionado como una de las más importantes del género en el país.

Dos noches cargadas de emoción y ansiedad; el Movistar Arena atestado de seguidores de Megadeth que esperaron ansiosamente este momento durante años. La atmósfera fue eléctrica, impregnada de la energía contagiosa del metal y la devoción de los verdaderos fans, del ejército de Megadeth.

Los setlist, variados para ambos días, fueron una oda a la historia de Megadeth, principalmente con canciones icónicas de sus primeros discos como “Countdown to Extinction”, “Peace Sells.. But Who's Buying”, “Cryptic Writings” y “Rust in Peace”. Cada canción resonó, una tras otra, con la típica esencia del thrash metal, encendiendo cada vez más esa llama interna que quema, y para la que el único aliciente es la música.

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Al unísono, memorable el coro durante la infaltable “Symphony of Destruction”, donde el público entonó el grito de guerra "Megadeth, Megadeth, ¡qué chimba Megadeth!". Además, gracias a la iniciativa del club de fans de la banda en Colombia, los tres pisos del Movistar Arena se pintaron con luces de colores amarillo, azul y rojo; esto previamente planeado para hacerse durante la canción de “A tout le monde”, lo cual en la primera noche fue toda una sorpresa para Megadeth.

Dave Mustaine, visiblemente conmovido por la respuesta y la entrega del público colombiano no escatimó en expresar sus agradecimientos. Mustaine como guitarrista y vocalista, sigue liderando la banda con su característico carisma y energía. La esencia de Megadeth se mantiene intacta en el escenario gracias precisamente a Mustaine, que se encarga de custodiar y preservar el poder de la banda desde hace ya 40 años.

En esta ocasión con una nómina totalmente diferente a la que visitó Colombia en 2014 (fecha en que compartió escenario con Black Sabbath) y las cuatro ocasiones anteriores; con James Lomenzo en el bajo, Dirk Verbeuren en la batería y el virtuosismo en la guitarra del recién ingresado Teemu Mäntysaari.

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La euforia, la emoción y las ovaciones fueron protagonistas durante ambas noches; un reencuentro especial del público colombiano con uno de los pilares, de los "cuatro grandes" del thrash metal. Es una experiencia que cualquier amante del género debería vivir alguna vez y que sin duda quedará en la memoria, reafirmando la posición de Megadeth como una fuerza imparable en la escena del metal.