Día de Rock Colombia 2017: Un triunfo sin precedentes para nuestra escena
Día de Rock Colombia 2017: Un triunfo sin precedentes para nuestra escena
Con gran éxito se llevo a cabo la maratónica jornada de la primera edición del Día de Rock Colombia que reunió a 31 de las bandas más importantes del género en Colombia, logrando una masiva asistencia.
Desde su anuncio hace tan solo dos meses, este evento sin precedentes se presentó como un enorme reto para sus organizadores, ya que se contaba relativamente con poco tiempo de organización y convocatoria de público. Encabezado por la banda Don Tetto y Aida Hodson directora de BTL de GLP, una de las agencias de publicidad más importantes del país, y bajo el lema #ElRockesNuestro, inició la incansable labor de vinculación de empresa privada y publicidad en distintos canales con el fin de demostrar que con un cartel netamente colombiano, se podría sostener un festival de esta envergadura y tal vez comenzar a desvirtuar la falta de apoyo al rock nacional.
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Un cartel de bandas en el que no hubo headliners, ninguna más importante que otra, pero eso si, cada cual con su historia y su indudable huella y aporte en la historia del rock colombiano. Es en esta etapa donde vemos que a pesar de la gran cantidad de bandas (31) que tomaron parte en esta primera edición del Día de Rock Colombia, en el que aparentemente veríamos las más representativas, pues faltaron aún muchas que siguen vigentes; La Derecha, Aterciopelados, Skampida, La Severa Matacera, Ultrágeno, Ekhymosis, Los Elefantes, Darkness, La Mojiganga, Policarpa y su Viciosas, etc. (solo por mencionar algunas), además de la gran cantidad de agrupaciones emergentes que en cuestión de poco tiempo de trabajo, ya figuran en los primeros lugares de las listas de emisoras especializadas, llenan auditorios pequeños, programan giras en otros paises y son invitados a festivales internacionales de pequeña y mediana envergadura.
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Quedaron muchas bandas por fuera, pero aún así, la primera edición del Día de Rock Colombia fue todo un éxito. Alrededor de 10 mil asistentes reportó la organización que dispuso dos escenarios enfrentados con el fin de no perder tiempo entre montaje de bandas. Con solo girar la cabeza ya se podía ver el siguiente show, y cada banda que tocaba entre 20 y 30 minutos dió lo mejor de su espectáculo sin perder ni un segeso entre canciones. No había tiempo ni de ir al baño ni de ir a comer algo porque se corría el riesgo de perderse un show completo de alguna banda. Cuando hay un cartel tan nutrido de semejante calibre, no quieres perderte ningun show.
El ambiente en el lugar del festival desde tempranas horas era el mejor ya que tanto el público como los artistas sintieron esto como una celebración del rock colombiano. Gracias al lugar dispuesto para la venta de merchandising de las bandas, se veía a los asistentes compartiendo con sus artistas favoritos y a medida que avanzaba la tarde se sentía la satisfacción de ver tanta gente haciendo parte de esta celebración, lo cual obviamente fue mencionado en la mayoria de los shows, en que las bandas no restaron agradecimientos al público y a la organización por lograr hacer esto posible.
En materia musical, es dificil destacar los shows de algunas bandas ya que todas estuvieron impresionantes, sus mejores canciones, clásicos y la mejor energía en cada presentación. La calidad del sonido, intermitente y con problemas de acústica del lugar, fue algo que afectó a todas las bandas y fue bastante criticado por el público; por ejemplo en la presentación de Kraken; aunque ya es muy difícil para los cantantes asemejar la voz de Elkin Ramírez, el sonido de los micrófonos fue lamentable en gran parte del show.
Muchos momentos especiales se vivieron durante esta primera edición del Día del Rock Colombia; la colaboración entre bandas fue bastante notoria. Dilson Díaz de La Pestilencia cantó junto a Koyi K Utho y Nepentes; Julián Orrego de Rocka fue invitado a cantar con Don Tetto y así varias colaboraciones similares; pero el momento más emotivo de la jornada definitivamente fue el show de Kraken que merece un párrafo especial.
La banda imponente, como cuando salían a tocar con su líder Elkin Ramírez, aunque desde el principio se sintió un sabor agridulce: la voz de Elkin en vivo no se escucharía nunca más. En las voces colaboraron Andrés Arce, vocalista de Fabela, Miranda, Diego Pulecio de Don Tetto y Fabián Rivas de Black Memory; todos haciendo lo mejor posible para interpretar al Titán del rock nacional. Pero fue el momento cumbre cuando inició el clásico "Vestido de Cristal" y en la voz Andrés Ramírez, hijo de Elkin, quién demostró la veracidad del dicho popular "... lo que se hereda no se hurta", con un color de voz bastante similar al característico de su padre que encantó al público, aunque en las notas altas no se arriesgó, siendo apoyado por la cantante antioqueña Miranda. Esto provocó la euforia del público llegando a la conclusión de que Andrés tiene todo el potencial para mantener el legado de su padre y con ello, sentimos que Kraken no se acabará; definitivamente el legado del Titán debe continuar y ¿con quién mejor que con su propio hijo? Finalmente Kraken fue condecorado como agradecimiento por ser uno de los pilares de nuestro rock.
Después del show de Kraken, parte del público abandonó el evento, que continuó hasta la hora programada, llegando a su fín después de una maratón de más de 15 horas de rock colombiano, logrando demostrar que el rock sí es nuestro. Tenemos bandas suficientes, infraesructura y público para potencializar este tipo de eventos, pero debemos resaltar la importancia del marketing para llevarlos a cabo. Sin la vital gestión comercial de GLP que logró el apoyo de la empresa privada, y el posicionamiento del evento en grandes medios de comunicación en tiempo record, el resultado hubiera sido distinto.
Un pequeño triunfo para el rock colombiano en la gran cantidad de etapas que hay que superar para llevar nuestra escena a una verdadera industria autosostenible, el cual servirá para motivar tanto a nuestras bandas, y (ojalá) a los empresarios a cambiar el foco y ver en el rock colombiano una potencial fuente de resultados económicos, lo cual beneficiaría a todos los sectores que actuan en este difícil camino.
A continuación uno de los momentos más emotivos del Día de Rock Colombia, en el que Andrés Ramírez interpreta "Vestido de Cristal" junto a Kraken.