El 23 de noviembre de 2016 la agrupación californiana Guns N' Roses cumplió una cita con el público colombiano, un reencuentro que muchos llevaban años esperando y que muchos más pensamos nunca sucedería. Fue un espectacular concierto, en el que la nostalgia y el derroche de clásicos fueron protagonistas, haciendo de éste uno de los mejores shows vistos en nuestro país.

Apenas se dió a conocer el regreso a nuestro país de la formación original de ¡Guns N' Roses en Colombia!, la polémica no se hizo esperar; diferentes opiniones y algo de escepticismo acerca de lo que podría ser esta gira empezaron a rondar en las redes, recordemos que la banda tuvo su mayor auge a principios de los 90's y hace más de 20 años se separaron. La última vez que Guns N' Roses estuvo en Bogotá fue en 1992 durante la gira Use Your Illusion World Tour.

"Axl Rose ya no tiene voz y esta gordo...", "Esa no es la formación original...", "Guns N' Roses no es ni la sombra de la banda que vino a Colombia en el 92..."; pues contrario a esas opiniones, los asistentes al concierto logramos ser testigos de un impresionante show, en el que los Guns dejaron todo en el escenario y Axl demostró que aunque ha cambiado físicamente con el paso del tiempo, aún conserva su voz característica y su energía en vivo.

Medellín se vistió de rock, gente de todo el país llegó a la capital antioqueña a recibir a sus ídolos, miles de personas con camisetas alusivas a Guns N' Roses abarrotaron las inmediaciones del estadio Atanasio Girardot desde muy temprano. El ambiente no podía ser mejor, muchos rostros felices y espectantes recorrian las calles mientras brindaban con alguna cerveza o mataban el tiempo conversando, todos esperando ver y escuchar a Axl Rose y Slash, juntos de nuevo en un mismo escenario por pimera vez en más de dos décadas.

Pasadas las 7:30 pm el encargado de abrir el espectáculo fue Marky Ramone a quien el publico recibió con el grito Hey ho Let's Go!, una buena dosis de punk clasico de la mano de un ícono del género que fue antesala para el plato fuerte, los asistentes corearon su clásico Blitzkrieg Bob al cierre de su presentación.

It´s So Easy! así empezó este concierto que, seguramente, pasará a la historia de los shows de rock en Colombia, el estadio Atanasio Girardot no estaba preparado para la descarga de rock de más de dos hora de los Gunners, una tras otra, cada canción era una nueva sorpresa, a veces el público solo contemplaba a la banda mientras tocaban canciones del álbum Chinese Democracy, en otros momentos el estadio cantaba al unisono, grandes clásicos y grandes sorpresas como Coma, Estranged, Civil War y Don't Cry que no había sido una canción frecuente en la gira.

Tuvimos la oportunidad de ver a Axl Rose radiante y sonriente, a pesar de que la banda no demuestra mayor empatía entre sus integrantes también debemos resaltar que el profesionalismo de los californianos no dejó nada que esperar. Pequeños detalles hicieron parte del show, como el logo de Prince dibujado con marcador sobre una guitarra blanca mientras sonaba Welcome to the Jungle, un pequeño homenaje al fallecido músico; o Axl Rose con sombrero vueltiado, sombrero icónico de las artesanias colombianas, mientras interpretaban Better, imagen que enloqueció a los asistentes. Por otro lado Sweet Child O'Mine fue, sin duda, la canción que absolutamente todo el estadio coreó.

El setlist compuesto por 25 temas, hizo homenaje a una historia de casi cuatro décadas, seguramente no podemos esperar volver a ver a Guns N' Roses por estas tierras, será una reunión de disfrutar en una sola gira, que tal vez dure un par de años, después seguiran sus caminos, pero no sin antes habernos dado lo mejor de su música y dejar en nuestras memorias un recuerdo indeleble del que se hablará por generaciones.