"Mismo Sitio, Distinto Lugar" es una invitación al epicentro mismo de Vetusta Morla para asistir en primera persona a una reafirmación de su esencia, cimentada, irónicamente, en una agitada metamorfosis. El álbum refleja de manera fragmentada un proceso de transformación, siendo a la vez el proceso en sí, su relato y el resultado del mismo. Sus diez canciones pueden leerse como un manual de refesación que emana de la necesidad de la banda de seguir interpretando su realidad a través de la música, manteniendo intacto su sello de irrenunciable honestidad.